Las inmersiones de ROV en esta expedición han sido fascinantes. Algunas de las criaturas que los expertos han estado observando parecen de otro mundo, incluso atemorizantes. No es improbable que el brillante H.R. Giger se inspirara en el el crustáceo planctónico Phronima para crear su mítico monstruo extraterrestre en Alien, de 1979. Quizás es una suerte que el artista suizo no haya pensado en Osedax cuando diseñó el personaje, o la película hubiera sido aún más aterradora. La palabra latina “Os” significa hueso, mientras que “Edax” significa devorar. Osedax es un gusano que come huesos.
El Dr. Greg Rouse es capaz de transformar la fascinación y curiosidad que pueden producir esas criaturas oceánicas, en conocimiento y una comprensión más profunda de las dinámicas más íntimas de nuestro planeta. Osedax es un ejemplo perfecto de cómo los ciclos naturales pueden ser sutiles, pero indivisiblemente vinculados. La forma en la que estos animales aprovechan la materia ósea es impresionante.
En un día cualquiera, una ballena puede llegar al final de su vida y hundirse en las profundidades del océano. Sus huesos serán despojados de la carne por diferentes tipos de depredadores e irán a descansar en la oscuridad del mar profundo. Los expertos solían pensar que los huesos de ballena tardarían décadas en descomponerse, pero eso fue antes de que se encontraran con Osedax, un organismo que ha existido en la Tierra durante más tiempo que las ballenas, alimentándose de los huesos de animales que ahora están extintos. “Algunas personas decían que Osedax estaba especializado en huesos de ballenas, pero pensé que hay otros huesos y que ha habido huesos de peces durante muchos millones de años”, comparte el Dr. Greg Rouse, profesor de biología marina en la División de Investigación de Biología Marina de la Institución Scripps. “Las ballenas no son muy viejas, han existido durante aproximadamente 50 millones de años. Estimamos la edad de Osedax con un reloj molecular y algunos gusanos eran mucho más antiguos, lo que significa que estaban comiendo huesos de pescado o animales extintos”.
El Dr. Rouse probó este hallazgo depositando algunos huesos de atún y pez espada en el fondo marino profundo, y luego esperó durante seis meses. Lo que encontró demostró que Osedax no es un comensal quisquilloso. Hoy sabe que este organismo tan ambicioso aprovechará cualquier tipo de hueso: ballena, pez, ganado, aves, tortugas y posiblemente incluso humanos.
Granjeros matriarcales
En realidad, los gusanos no se comen el hueso, sino que lo usan para alimentar bacterias. El hueso se compone principalmente de una malla de colágeno que une calcio y fosfato. Los gusanos secretan ácido para disolver las partes duras para, según sospechan los expertos, tomar el colágeno y usarlo para cultivar las bacterias. “No hemos hecho los experimentos finales con el colágeno, pero hemos realizado experimentos que prueban que los gusanos producen el ácido. Sabemos que el gusano está cultivando las bacterias”, explica el Dr. Rouse, “hay una firma química especial de las bacterias en el tejido del gusano. El examen de isótopos nos dice que el alimento del gusano debe provenir de la superficie, como una ballena, pero a través de las bacterias”.
El fondo marino es una superficie enorme y los gusanos no son muy grandes. Además de eso, están completamente anclados a los huesos. Encontrar su fuente de alimento es otra característica increíble de estos animales implacables. Cada gusano que cava a través de un hueso es una hembra que produce aproximadamente 800 huevos por día, un ejército flotante en busca de nuevos objetivos.
Una vez que por casualidad un huevo cae sobre un hueso, ocurre algo asombroso. Los humanos tienen los cromosomas XX y XY, que determinan el género de cada individuo. Algunos animales, como las tortugas, obtienen su género de la temperatura: hembra si el clima es caluroso, macho si hace frío. Eso se llama determinación ambiental del sexo. Los gusanos come-huesos adoptan un enfoque completamente diferente. “Creemos que si la larva cae sobre un hueso, se convierte en hembra, pero eventualmente habrá varias hembras creciendo en un hueso, y las nuevas larvas que vienen no tendrán espacio para aterrizar sobre este, por lo que se convertirán en machos a través de una hormona proporcionada por la hembra”, explica el Dr. Rouse. Básicamente, cualquier huevo que caiga sobre un hueso se convertirá en hembra, y cualquier huevo que caiga sobre una hembra, se convertirá en macho.
Pero eso no es todo. Los machos son enanos y viven de la hembra, por centenares. El equipo del Dr. Rouse llama a esto un harén de hombres. Llevaron a cabo un experimento en el que dejaron un hueso en el agua durante seis meses, originalmente los huesos tenían gusanos hembras y no machos. Después de seis meses, cada hembra contenía un promedio de quince machos. La hembra pasa su vida comiendo bacterias y convirtiendo larvas en machos para poder producir miles de huevos, hasta que el hueso se termine.
Inicialmente, el Dr. Rouse encontró dos especies de Osedax en California. Hoy sabe de veinte en ese lugar, y de otras especies en Japón, Australia, Antártida, Europa y Brasil. En 2017 dejó huesos en Costa Rica, que fueron colonizados por dos de las especies de California cuando regresó para obtenerlos en 2018. Ahora, en este crucero, el equipo ha recuperado más muestras de huesos. “Pusimos algunos huesos hace tres meses e incluso después de tan poco tiempo, tienen Osedax“, se maravilla. Si se trata de una nueva especie o es en realidad una especie conocida más al norte, habrá que esperar hasta después de la expedición. El Dr. Rouse no anticipa aburrirse pronto de este o cualquier otro tipo de gusano tubular. Después de todo, él literalmente escribió el libro sobre ellos.