“Cocos” y “Caribe” son dos palabras que, combinadas, tienen un significado muy específico para cualquier costarricense. Esos son los nombres de las placas tectónicas que han mantenido al país en guardia durante muchísimo tiempo. Solo durante el mes de noviembre, se registraron 62 terremotos en Costa Rica. La subducción de la placa Cocos debajo de la Caribe ha creado la imponente cordillera montañosa de Costa Rica y sus múltiples microclimas, un paisaje que no es menos dramático bajo el agua.
Una boa hambrienta
Para el Dr. Peter Vrolijk, un geólogo a bordo de Falkor, una de las cosas realmente interesantes sobre la zona de subducción sobre la cual Falkor está navegando actualmente, son las deformaciones creadas por los montes submarinos que están siendo subducidos. “Básicamente es como cuando una boa que se traga a un animal y puedes ver la forma de ese animal en el cuerpo de la boa mientras lo digiere”, explica. A medida que los grandes montes submarinos en la placa de Cocos son tragados por la placa Caribe, dejan cicatrices visibles en la superficie, como estrías. Una de esas cicatrices fue el foco de la inmersión202 del ROV SuBastian: la cicatriz de Parrita.
Los expertos a bordo eligieron este lugar debido a algunos acantilados muy empinados que identificaron en los mapas batimétricos. “Realmente no hemos explorado este lugar”, explica la Dra. Lori Summa, geóloga, “estamos aquí porque pensamos que podríamos ver alguna evidencia de fractura que podría promover flujo de fluidos”.
El caos de la naturaleza
La inmersión exploratoria de SuBastian consiste en trabajar junto a las fuerzas de la naturaleza con una actitud humilde. Esto es tan cierto para los científicos mientras comienzan a reunir algunas ideas preliminares sobre la cicatriz, como lo es para los oficiales de Falkor, cuando maniobran la nave.
Dado que el barco no es redondo, la fuerza que las corrientes y el viento aplican sobre la estructura dependen de hacia dónde apunte, de su dirección. Para poder desplegar cómodamente a SuBastian y mantener una distancia segura de su cable umbilical, los oficiales deben elegir una dirección donde el efecto de las fuerzas sea mínimo. “En general, primero identificamos qué fuerza es más fuerte y la enfrentamos mientras adaptamos el rumbo basado en la segunda fuerza”, explica Phillip Guenther, el capitán de Falkor. Hoy en día, ninguna de las dos fuerzas es particularmente más fuerte que la otra, irónicamente, el agradable clima de Costa Rica hace que las cosas sean un poco más difíciles. “Es más fácil si tienes una fuerza claramente dominante y puedes ajustar todo de acuerdo con ella”. Sin embargo, esto no es nada nuevo para la tripulación experimentada del Falkor, y la inmersión se realiza según lo planeado. A medida que avanza la exploración, el equipo del ROV envía puntos de referencia al puente, manteniendo una distancia constante entre Falkor y SuBastian.
En la sala de control, un paisaje caótico llena las pantallas. Corales, esponjas, estrellas de mar, arañas, anémonas, gusanos tubulares y peces, todos aparecen en medio de una mezcla de rocas fracturadas y pendientes pronunciadas. “Las fracturas en las rocas nos dicen que probablemente hubo estrés y flujo de fluido asociado. La combinación de la presión del fluido y la falta de fuerza en las rocas, indica que aquí sucedieron algunas cosas bastante dramáticas”, comparte la Dra. Summa.
Paciencia y testarudez
Los geólogos son esencialmente detectives. Buscan pistas para construir una historia creíble y con sentido. La atención al detalle es clave, lo que no significa necesariamente que las estructuras geológicas aquí sean sutiles. SuBastian vuela alrededor de bloques de rocas coherentes del tamaño de Volkswagens y lechos de rocas inclinados. En circunstancias no perturbadas, estas capas de rocas sedimentarias correrían horizontalmente, pero los ángulos abruptos de estas rocas señalan deslizamientos de tierra. El Dr.Vrolijk está impresionado por el número de fracturas de corte.
La Dra. Summa ve un grupo de almejas dispersas en el lecho marino, por lo que el equipo se acerca para mirar más de cerca. Las almejas y las esteras bacterianas indican filtraciones. Sin embargo, hoy en día, el equipo no encuentra carbonatos obvios, sino simplemente evidencia de filtraciones pequeñas y localizadas. Una cosa es segura: este es un lugar tectónico muy activo que ha experimentado una enorme perturbación. Averiguar exactamente cómo cada roca llegó a estar donde se encuentra actualmente, tomará mucho más tiempo.